“Hay que acompañar y hacer la denuncia, porque si no se realiza, el nene o la nena no va a volver hablar, porque piensa que ya lo dijo y nadie le prestó atención”.
Así describió la psicóloga Eliana Sigot, integrante de la Asociación Civil Involucrate, que desde hace cuatro años trabaja en Punta Alta en la prevención del abuso sexual infantil, la importancia de asistir y contener a los menores que sufren este delito.
La profesional destacó el hecho de que una de las nenas que días atrás fueron manoseadas durante una pijamada realizada en una vivienda de esa ciudad pudo contar lo sucedido y permitir que la justicia investigue.
El caso es llevado adelante por la fiscal Marina Lara, de la UFIJ Nº 14, a partir de la presentación realizada la semana pasada en la Comisaría de la Mujer y la Familia de Coronel Rosales.
Los hechos habrían sucedido en perjuicio de nenas de entre 7 y 9 años, y el sospechoso es un hombre de avanzada edad que se encontraba en la casa donde las pequeñas se reunieron.
“Por un lado es muy feo todo lo que sucedió, pero por otro lado es positivo que una nena pudo hablar, comentar lo sucedido y visibilizar la situación”, señaló Sigot.
La profesional agregó que “mucha gente comentaba la noticia y decía que no iban a dejar ir a sus hijos o hijas a este tipo de reuniones, o que estos padres no habían cuidado a las nenas, pero quizás desconocen que la mayor parte de los abusos ocurren en el ámbito intrafamiliar”.
Para contactarse hay que escribir a la cuenta de Facebook denominada Involucrate. Prevención de Abuso Sexual Infantil.
Por otra parte, comentó que la cantidad de denuncias por este tipo de delitos en Punta Alta ha crecido en los últimos tiempos.
“La semana pasada brindamos una charla abierta a la comunidad en conjunto con el Servicio Local, y el director de Niñez y Familia comentaba que en lo que va del año hay muchísimas denuncias realizadas y que el año pasado el número también fue significativo”.
“Vemos que esto crece día a día, y solamente hablamos de los casos que se denuncian. Siempre decimos que hay muchos otros que no salen a la luz porque las personas no se animan, y esa cifra negra seguramente también es importante”, continuó.
Más concientización
Sigot manifestó que ahora, a diferencia de lo que pasaba años atrás, la gente encuentra un espacio para dialogar sobre este tipo de situaciones.
“El tema de la concientización creció y se habla más del tema, aunque sigue costando, porque no es fácil. Cuando empezamos a hablar de abuso sexual infantil en Punta Alta nos miraban raro, pero gracias a las charlas y las redes sociales, donde informamos y brindamos consejos para prevenir, la gente nos sigue y pide orientación”.
Los establecimientos educativos son lugares en los cuales las víctimas suelen comentar sus padecimientos y buscar ayuda, por lo que es importante la capacitación de los docentes en estas cuestiones.
“Puede ser un maestro, un preceptor o cualquier persona de la institución en la que el chico sienta que puede confiar. Siempre decimos que es importante estar atentos, porque si te eligió a vos como persona de confianza para contar algo tan doloroso, como es una situación de abuso, que encima generalmente proviene de algún familiar, debés acompañar ese proceso que atraviesa la víctima”.
Por otra parte, respecto de situaciones a las que se les debe prestar atención para detectar un posible caso de abuso sexual, Sigot dijo que “nosotros siempre hablamos de indicadores o banderas rojas, que son físicos, psicológicos y psicopedagógicos”.
“Pueden ser como falta de control de esfínteres, dificultad para caminar, arrancarse pelos, conductas agresivas, retraimiento, intentos de suicidio, dibujos no acordes a la edad del pequeño, problemas para escribir o leer, entre otras situaciones. No hay un solo indicador, sino una sumatorias de hechos”, cerró.
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