domingo, 5 de septiembre de 2010

¿ERES PAREJA DE UNA SOBREVIVIENTE?

“Si podemos seguir juntos y sanar esto, mi vida se enriquecerá de modo incomparable” esposo de una superviviente.

Esta información está dirigida a todas las parejas casadas, no casadas, heterosexuales, homosexuales.

Ser la pareja de una mujer que está curando activamente de abusos sexuales sufridos en la infancia presenta sus problemas y sus gratificaciones, aunque con frecuencia, los problemas son más visibles que las gratificaciones.

Por lo general, las sobrevivientes tienen problemas con la confianza, la intimidad y la actividad sexual, lo que afecta directamente a la relación. Muchas veces, y al menos durante un tiempo, los problemas y la curación dominan todos los momentos que pasa junto a la pareja.

Es posible que la pareja no comprenda lo que pasa. Tal vez se siente incapaz por no saber arreglar las cosas, o culpable, si no la apoya al cien por cien. Tal vez se sienta solo sin tener a nadie con quién hablar.

Si los dos miembros de la pareja son sobrevivientes su relación puede verse afectada de maneras muy complejas. Pueden ayudarse mutuamente, brindarse apoyo y seguridad; o pueden intensificarse las dificultades, desencadenarse recuerdos de antiguos comportamientos y verse atrapados en una dinámica dolorosa.

Los beneficios

En la relación íntima con una persona que está en una terapia de abusos sexuales sufridos en la infancia hay poderosos elementos positivos, pero a veces cuesta verlos. Puede parecer estúpido buscar lo positivo para uno en una situación que produce a los dos tanto sufrimiento y estrés. Pero hay aspectos valiosos en ser la pareja de una sobreviviente.

Estar comprometido activamente con una persona en su proceso de curación significa estar en una relación en crecimiento, no estancada.

No te ofendas, no es contra ti

La intimidad es algo paradójico en la relación con una superviviente, sobre todo si estaba muy unida a la persona que abusó de ella. Su amor y su confianza fueron traicionados. Ahora, CUANTO MÁS ÍNTIMA SE HACE UNA RELACIÓN, CUANTO MÁS “FAMILIAR” LE PARECE, MÁS MIEDO SIENTE. Si no sabes nada de esta dinámica, todo puede parecerte cosa de locos.

Algunas supervivientes han tenido relaciones más superficiales en el pasado y las han llevado relativamente bien. Antes de comenzar a sanar del abuso activamente, mantenían los mecanismos de supervivencia intactos y aunque se sacrificara una cierta profundidad, las cosas funcionaban.

Si realmente se aman pero la relación es de todas maneras difícil, eso no quiere decir que algo vaya mal. ES MÁS PROBABLE QUE ALGO VAYA MUY BIEN, TAN BIEN QUE ELLA SE SIENTE AMENAZADA. Si los dos saben que a ella le asusta la intimidad, y tiene buenos motivos para ello, entonces es menos probable que tú te desvíes a pensar en el rechazo, las peleas o la ruptura.

Si la superviviente se aleja, se enfada, está triste, necesita un tiempo para estar sola, no desea hacer el amor, todo esto afecta personalmente. Y no obstante, es verdad que su comportamiento no refleja necesariamente sus sentimientos por ti o por la relación. En realidad, o está repitiendo comportamientos de antes de que la conocieras, o está haciendo lo que necesita hacer para curar. Muchas veces tiene que ver muy poco contigo.

Conservar el equilibrio entre participar sinceramente en el proceso de curación y mantener al mismo tiempo la independencia y la separación es uno de los retos que presenta el apoyar a una mujer que se está curando activamente del abuso sexual sufrido en la infancia.

Fragmentos tomados de EL CORAJE DE SANAR de Laura Davis y Ellen Bass.

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