domingo, 5 de septiembre de 2010

PIDE AYUDA.

En los ejercicios anteriores conseguiste las habilidades para crear un sistema de apoyo. Sin embargo, los sistemas de apoyo sólo son efectivos cuando los usas. Debemos aprender a pedir ayuda cuando la necesitamos y a aceptarla cuando se nos ofrece. Esto es más difícil de lo que parece. Aquellos de nosotros que crecimos en familias abusivas frecuentemente creímos que teníamos que hacer todo por nosotros mismos. Se esperaba que muchos de nosotros (particularmente las niñas) nos sacrificáramos y nos hiciéramos cargo de todos los demás. Otros (en su mayoría niños) fueron educados para ser autosuficientes, para no necesitar la ayuda de nadie. Como resultado, puedes sentir que no mereces ayuda ni apoyo, o que no puedes pedir ayuda a menos que te encuentres en una emergencia fatal. O podría ser que temas pedir ayuda porque eso significa entregar el control, depender de alguien más, admitir “debilidad” o arriesgarse a ser rechazado.

Completa las siguientes frases:
• Cuando considero pedir ayuda, yo siento…
• Si pido ayuda, estoy segura que…
• La única situación en la que consideraría pedir ayuda sería…

Una cosa que te puede impedir solicitar ayuda es la naturaleza de la herida que estás experimentando. Es muy duro pedir ayuda para heridas emocionales, particularmente las que provienen de viejas heridas. Tú podrías ser capaz de imaginarte pidiendo ayuda si fueras víctima de un desastre natural (como una inundación o un terremoto), ser avasallada por una enfermedad física (necesitas cirugía de emergencia), o en un accidente (tu mano se quedó prensada por una maquinaria). Es mucho más difícil imaginar pedir ayuda cuando estás luchando contra los efectos de haber sido violada a los 6 años.

Si no puedes imaginarte pidiendo ayuda, pregúntate si estarías dispuesta a proveer ayuda práctica a un amigo en tu situación. ¿Cuánto apoyo crees que podrías ofrecerle? Ahora, evalúa de nuevo si tú podrías pedir a alguien que haga lo mismo por ti.

Ahora regresa a tu lista de responsabilidades del ejercicio anterior. Coloca una estrella al lado de las cosas que alguien más podría hacer por ti. Junto a estrella, escribe el nombre de la persona que a la que le pedirías que te ayude con esto.

Una vez que identifiques las formas cómo otras personas te podrían ayudar, tienes que dar el gran paso y realmente solicitarles ayuda. Sin embargo, habrá ocasiones en las que tu solicitud será rechazada, la ayuda también podrá llegar de lugares inesperados. Con frecuencia, las personas en nuestras vidas están confundidas acerca de lo que estamos atravesando. Ellos perciben nuestro dolor. Ven nuestro sufrimiento. Se sienten impotentes y desearían que hubiera algo que ellos pudieran hacer para ayudar. Al pedir ayuda, no sólo nos ayudamos a nosotros mismos, sino también les damos la oportunidad a las personas que se preocupan por nosotros de poder hacer algo concreto.

Escribe 3 situaciones en las cuáles podrías pedir ayuda. Especifica a quién le vas a pedir ayuda y para qué y para cada una de ellas completa las siguientes frases:

• Le voy a pedir a… que haga… por mí.
• Si recibo la ayuda que pedí, yo…
• Si mi solicitud de ayuda es rechazada…

Una vez que hayas pedido ayuda, observa las reacciones. Podrás ser rechazada. Puedes conseguir el ofrecimiento de la ayuda que necesitas. Tu solicitud podrá ser tratada respetuosamente o podrá ser criticada. Sin juzgar, toma nota de las respuestas. Si consistentemente recibes respuestas negativas, posiblemente estés pidiéndole ayuda a la persona equivocada (a alguien a quien no le importa o no está interesado en ayudarte) o pidiendo de la manera incorrecta (no estás siendo directa y clara, no estás siendo suficientemente específica, estás pidiendo demasiado de una sola vez). Considera pedir retroalimentación de la persona a la que le estás pidiendo ayuda; esto te podría ayudar a mejor la forma cómo pides ayuda las siguientes veces.

Tómate unos minutos para escribir qué pasó cada vez que pediste ayuda.

• Cuando pedí ayuda…
• La siguiente vez que pida ayuda, yo…

Para reflexionar:
• ¿Mi experiencia de pedir ayuda cambio de la primera vez que lo intenté a la tercera? Si es así ¿cómo?
• Si mi requerimiento fue honrado, ¿cómo me afecta eso? Si fue rechazado ¿cómo me afecta eso?

Espera el siguiente ejercicio acerca de CREAR UNA LUZ AL FINAL DEL TUNEL.

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