Por día, en Santiago del Estero se confirman dos casos de abuso sexual infantil mediante la utilización de la Cámara Gesell, un procedimiento que lleva a cabo el equipo de profesionales del Gabinete de Psicología Forense de la provincia y que impide la revictimización del menor.
Los afectados son menores hasta los 12 años de edad que sufrieron un delito en contra de su integridad sexual y que a través de este método de observación y entrevista, pueden contar lo sucedido, contribuir a la causa judicial e iniciar un tratamiento para superarlo.
De acuerdo con el Lic. Hugo Ortiz, jefe del citado gabinete, actualmente “se están realizando hasta tres cámaras Gesell por día, de las cuales por lo menos dos tienen que ver con situaciones de abuso”. El resto se reparte entre causas de familias, acusaciones cruzadas de parejas que involucran a los chicos, menores que fueron testigos de delitos, lesiones leves o graves, entre otros.
Aclaró que en los últimos años el número de cámaras ha aumentado considerablemente en la provincia, debido a que la ley obliga a que éste sea el único método de declaración de un niño, en cualquier caso en que esté involucrado.
“Los nuevos pactos internacionales sobre los derechos de los niños exigen que las declaraciones de los menores sean tomadas por psicólogos en el contexto de la Cámara Gesell. Esto permite que las entrevistas incluyan los puntos que su señoría requiera, con el único objetivo de que no se produzca la revictimización del chico a partir de la reiteración de dicho diálogo dentro de un proceso judicial”, explicó el profesional.
Este sistema “confirma la situación de abuso, no solamente a través de la entrevista sino también con los juegos, las técnicas graficas y el uso de muñecos anatómicos que permite mostrar la situación vivida”.
Con relación a esta última modalidad, el licenciado subrayó que se utiliza “cuando se observa que el chico tiene dificultades para expresarse por una cuestión de vergüenza”.
Según su explicación, anteriormente la víctima tenía que pasar por una serie de procedimientos en los que tenía que reiterar una y otra vez lo sucedido. “La declaración en la comisaría, luego en sede judicial, el diálogo con los psicólogos y si quedaba alguna duda, posteriormente las preguntas en la instancia del juicio oral”, detalló Ortiz.
El procedimiento de la Cámara Gesell se realiza en menores hasta los 16 años de edad, mientras que el mínimo se pone a consideración del equipo de expertos y del juez que intervenga. En tal sentido, Ortiz manifestó: “Hay chicos que tienen 3 años y podemos trabajar sin problemas, otros que no, por eso se hace una entrevista previa para lograr un conocimiento de los chicos, explicarles en qué consiste el sistema y que logren sentirse cómodos. También se busca evaluar si el niño está en condiciones de prestar declaración o si va a ser productiva la cámara”
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