domingo, 9 de agosto de 2009

¿Y EL ANGEL DE LA GUARDA?


El abuso sexual es “Cualquier conducta de tipo sexual con un niño llevada a cabo por un adulto o por otro niño constituye un abuso sexual. Esto puede suceder tocando los genitales del niño; haciendo que el niño toque los genitales de un adulto o de otro niño; con contacto bucogenital; frotando los genitales del adulto con el niño; o con penetración vaginal o anal en el niño. A veces ocurren otros tipos de abuso a los que no se prestan tanta atención, como mostrar los genitales de un adulto a un niño, enseñar al niño revistas o películas pornográficas, o utilizar al niño para elaborar material pornográfico u obsceno”. Esta es la descripción que determina el acto ilícito, sin embargo, para el niño o niña violentados sexualmente, constituye una marca emocional, un fraccionamiento de la vida, una experiencia insuperable que los acompaña mientras viven.

Según datos de la Fundación Amparo y Justicia, que lleva la defensa de los padres que han perdido un hijo o hija víctima de abuso sexual, los agresores pueden ser violentos y no violentos. Los violentos son aquellos responsables de lesiones y muertes, mientras que los no violentos hacen uso de su relación de autoridad o poder con el niño o niña para someterlos bajo engaños.

La mayoría de los agresores son personas del ámbito extrafamiliar, pero conocidos por la víctima (42%), los agresores que ocupaban un rol paterno con el niños (padre, padrastro o conviviente de la madre) corresponden al 32% de los agresores. En cuanto a la edad, los menores de doce años constituyen el 83% de los agredidos, la distribución por sexo indica que las niñas representan casi el 70% de los menores abusados sexualmente.

¿Qué estamos haciendo como sociedad por nuestros niños? ¿Esta la familia asumiendo su rol protector hacia los más vulnerables? ¿Cómo es posible que los agresores tengan la posibilidad de culpar a las circunstancias, como el alcohol, las desavenencias conyugales o el consumo de drogas? ¿Estamos acaso dejando en manos del Angel de la Guarda la tarea de protegerlos? Si es así ¿Dónde estaba el Angel de la Guarda cuando murieron Elenita (6), Francisca (5), Victor (9), Jessica (13), Valeria (11), Meylin (8), Ivania (8) y otros más?

La Convención de los Derechos del Niño señala entre sus artículos el derecho de los niños y niñas a la vida, el derecho a ser protegidos, a no ser víctimas de maltrato, a no ser secuestrados, entre otros. Sin embargo, estas cosas les ocurren a nuestros niños y tenemos cientos de casos de todo tipo de abusos sexuales los que acaban con esas pequeñas vidas, ya que si un niño o niña es abusado, aun si sigue con vida, parte de ellos ha muerto.

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